Todos, y digo todos, sin excepción, la hemos cagado alguna vez. Y me
refiero a "cagarla" como termino general para abarcar todo
aquello que puede entenderse como una equivocación, ya sea
accidental o premeditada. Entendamos por equivocación, cagada o
metida de pata, toda acción que hemos llevado a cabo y nos ha
alejado del tipo de persona que debemos ser. Cada persona es un
mundo, pero si tú plan de futuro basa en ser un hijo o hija de puta
que pisotea al resto para parecer más alto, algo no estás haciendo
bien.
De acuerdo. Todos hemos sido (aquí usaré el masculino, pero me
refiero obviamente a todas las personas independientemente de su
género o sexo) unos cabrones, manipuladores, mentirosos, traidores,
falsos, cobardes, aprovechados, estafadores, ladrones, defraudadores,
mete mierdas, sabiéndoos, impulsivos, tibios, puteros, violentos,
locos, asquerosos... Y un sinfín de malas conductas que por lo menos
habremos hecho una vez en nuestra vida, y a veces a gente que incluso
se lo merecía.
Que nadie se lleve las manos a la cabeza, porque todos, una vez por
lo menos y aunque fuera de una forma mínima ha hecho esto. Y muchas
más cosas que mi imaginación no es lo suficiente pérfida o malvada
para imaginar. ¿Por qué lo sé? Porque la única manera de no
hacerlo nunca, es habiéndolo hecho. En menor o en mayor grado, de
manera que descubramos las consecuencias y como nos hacen sentir, y
no queramos hacerlo de nuevo. Ejemplo claro. Si de niño te enseñan
que pegarle a tu hermanita está mal dándote un sopapo o echándote
una bronca del quince, cuando tienes dos años y no tienes la materia
gris ni desarrollada del todo ni al cien por cien de su capacidad,
sabrás las consecuencias de ser violento, como te hacen sentir de
mal, de e avergonzado y a partir de ahí podrás ir aprendiendo
porque no hacerlo, ganando motivos para no hacerlo y ser bueno con
cada experiencia que esté mínimamente relacionada. Si nunca has
sido violento, en tu vida. Tendrás un hueco allí donde debería
haber una lección aprendida, que incitará a la curiosidad. O así
lo veo. La estupidez, al igual que la maldad, en general salvo casos
específicos, vienen del desconocimiento. (O en casos de una mente
con algún tipo de trastorno o daño). De la ignorancia. Y repito que
he dicho en general. Por eso al equivocarnos, al dejar de ser unos
imbéciles y madurar, y no vale de postureo tiene que ser de verdad,
vamos aprendiendo y vamos haciéndonos más honrados. Repito, así lo
creo.
De manera que todos hemos sido unos cabronazos, y utilizo este
término para englobar esa inacabable lista de maldades que en menor
o mayor medida, merecidas o no, hemos llegado a hacer.
Y veréis, yo ya me he cansado de cometer errores, y de hacer las
cosas mal por ser un gilipollas, o un inconsciente. Quiero encontrar
mi camino para ser un buen hombre, siempre he buscado ese camino y no
sabéis cuantísimo me he equivocado y seguramente me seguiré
equivocando para encontrarlo. Como se suele decir, el infierno está
lleno de buenas intenciones. He errado mucho, por desconocimiento y
de forma accidental, pero no me las voy a dar de santo. También a
propósito, con toda mi malicia, por haber sido un gilipollas que
quiero pensar, pues sino no podría convivir conmigo mismo, que no
era consciente del todo de las consecuencias y del calibre de cuanto
hacía. A vivir con ello toca.
Por eso, explicado y finalizado el preámbulo, es hora de repetir el
título y pedir perdón, ha llegado la hora. Cómo decía quiero ser
un buen hombre, la clase de hombre que desde niño siempre he querido
ser. Escoger el camino que me lleva a serlo, ponerme en paz conmigo
mismo, con mis cargas, mis cicatrices y mi pasado y encontrar ese
camino, del que me he alejado tanto, tantas veces y del que aún
estoy muy lejos. Y eso pasa por ser honesto, responsable y sensato. Y
pasa por ser sincero. Así que utilizo éstas palabras para
sincerarme y reconocer todo el mal que he hecho, que a quienes ha
perjudicado sabrán como les perjudicó. Y dado que para ponerse en
paz y seguir adelante sobre todo a la hora de recorrer un camino tan
difícil como el que quiero recorrer, hay que cargar mucho, mejor me
quito lo prescindible del equipo, y perdono a quienes me hayan hecho
daño, accidental o premeditadamente, si alguien tiene que cargar con
eso, no creo que deba ser yo.
No sé si alguien desde los que me han golpeado en la vida hasta los
que han recibido mis golpes, está leyendo esto. Supongo que hay
alguna posibilidad, así que ahí tenéis el mensaje.
No creáis que soy una buena persona por esto. Cómo decía hay que
ser sincero, entre muchas cosas, para recorrer éste camino, y la
verdad es que no hago esto por ser buena persona. Hago esto porque me
interesa. Y lo hago así porque tengo que hacerlo y ahora mismo, al
menos en primera instancia así es más fácil.
Esto es más fácil que ponerme cara a cara con agresores y víctimas
y hablar con ellos, encararlos y afrontarlos, perdonar y pedir
perdón. Me jode decirme esto y duele, pero es la verdad.
De momento no soy tan buen hombre como para ponerme delante de
aquellos que me provocaron mal, es algo que al final me tocará
hacer, pero aún no soy tan correcto ni tan bueno como para hacerlo,
todavía me quedan malos hábitos que pulir, no estoy huyendo, sólo
no me precipito hacía algo para lo que no estoy preparado.
En cuanto a la gente que yo he hecho daño... He buscado y pedido
disculpas a muchos, unos me han perdonado, otros... Otros no. Aún me
queda una lista muy, muy larga de afectados, pero poco a poco voy y
espero seguir tachándola. Me queda más trabajo del que pareciera
que una vida puede abarcar. No voy a rehuir a nadie, y si alguien
cree que le debo una disculpa, le invito a venir a pedirla si no
quiere esperar a que yo vaya a dársela. Si alguien quiere
ofrecerla... Sinceramente me da igual. Esperar una disculpa sería
tan egocéntrico como negarse a darla cuando toca. Las disculpas se
dan, cuando tocan. Pero no se esperan.
En fin, si alguien, alguien a quien he hecho daño, está ahí, al
otro lado leyéndome... Ya lo he dicho, pero que mínimo que
sintetizarlo:
Lo siento. He sido durante mucho tiempo un imbécil muy, muy grande.
Es culpa mía y sólo mía. Se debe a una gran ignorancia, que hasta
el día de mi muerte me acompañará porque no creo que nunca nadie
sea demasiado sabio. Siempre se ha debido a ignorancia, porque decir
que soy así, que simplemente soy malo, en vez de haber estado
equivocado cuando hacía algo malo, dañino o perjudicial, decir eso
sería escudarme, esconderme, ampararme detrás de una excusa. Y no
la hay. Si he hecho daño, ha sido culpa mía y sólo mía, por haber
sido estúpido, por no haber sido más sensato o sabio. Pido perdón,
por lo que hice, y por lo que haré, pues a día de hoy nadie es
perfecto y sería un puto hipócrita si dijera que nunca más me voy
a equivocar. Sólo me queda prometer que pese a todo, lo pasado,
presente y futuro, intentaré acercarme a ese camino, siempre, por
duro que sea y cuando lo encuentre recorrerlo sin descanso, aunque
sea un camino que nunca ha de terminar. Esto es lo que hay y nada
más. Perdón.
Realmente escribir esto, con sinceridad y desde el corazón me
cuesta, porque me sería más fácil ir a algo sencillo e impersonal,
que sería otra equivocación y otra cosa por la que pedir disculpas.
Supongo que me cuesta porque la mayor cobardía es la que sentimos
hacía nosotros mismos, el miedo a equivocarnos y ha plantar cara a
nuestras equivocaciones. Así que sí, podéis llamarme cobarde
porque me cueste pedir perdón, sincerarme y abrirme con total
honestidad. Pero aquí ando, intentando combatirlo. Nosotros somos
nuestro peor enemigo y yo he sido demasiado enclenque moral y
éticamente durante demasiado tiempo, dando lugar a numerosos
errores. Por ello me encuentro en ésta tesitura y por ello me toca
lo que me toca. Tarde, demasiado tarde he comprendido por donde pasan
los valores que tanto buscaba, la fuerza, la valentía, el honor... Y
otro más. Y pasan por aquí. Son necesarios para esto. No hay nada
más difícil que ser un buen hombre (O una buena mujer, repito de
nuevo que no hago distinción pese a usar el masculino) y si hay algo
para lo que hace falta tener un par de cojones y ser el más duro, es
precisamente para eso. Para serlo sin utilizar excusas como que es
difícil, o como que es solitario y desamparado.
Si hay alguien por ahí, que se encuentre en una tesitura similar, te
animo a que empieces a pedir disculpas y a ser una buena persona, una
persona integra. Uno no se siente bien por ello, pero es un comienzo.
Queridos lectores, un placer escribiros, una vez más. Y gracias,
muchas gracias por vuestro tiempo y por la oportunidad que por lo
menos hoy, y a menudo, me proporcionáis de ser una mejor persona, a
la par que un mejor escritor. Cuidaos mucho.