1/2/17

Es hora de despedirse.

 Hola queridos lectores. Os hablo antes de que empiece el último acto de esta obra con tristeza, pero también con esperanza. Sí, no vais mal al leer el título de ésta entrada y procuraré ser honesto con vosotros sin entrar en demasiados detalles.
Resumiendo, va siendo hora de cerrar y buscar otro camino. Este blog llega a su fin.
Este blog nació por mi amor a la literatura, y por mi deseo de ofrecer sin esperanza alguna de retribución, lo que yo pudiera aportar. Quería llenarlo de literatura, mía y de cualquier otro escritor que quisiera hacer su aportación. Quería que fuera un punto de encuentro de escritores y de literatura... Pero el experimiento no salió bien. Ha sido una más de una larga lista de fracasos y frustaciones.
Antes de que el blog naciera, de publicar la primera entrada, quise escribir una serie de entradas, para que por lo menos dos veces al mes, nunca faltaran publicaciones en el blog. Esto es muy esclavo y no siempre es fácil ponerse y escribir la entrada concerniente, a veces falta la motivación, la inspiración o la sincronización con la temática de la historia o los personajes de la misma que quieres contar. Prueba de ello es mi fracasado Aikar, cuyas aventuras han quedado inconclusas... Bueno, algún día les pondré fin, eso queda prometido.
El caso es que han sido demasiadas frustraciones y derrotas las que me ha traído este blog, demasiada la ilusión y esperanza que he puesto en él, quizás si no hubiera esperado tanto no me hubiera llevado tantos golpes.
Pero además hay un último detalle. Y quizás entro demasiado en detalles al contarlo, valga la redundancia, pero bueno, no refrenemos ahora. Este blog está lleno de amor hacía una persona, nunca había sentido tantísimo por alguien, ni tan especial y aunque eso me convierta en un cursi, no me queda otra que reconocerlo, así que intenté con esos relatos pedantemente tiernos hasta decir "basta" regalarle lo que en mi opinión, era lo más especial que podía salir de mí, mi literatura, única e irrepetible para bien o para mal, nadie más puede tener mi estilo, cada persona es un mundo y un mundo imposible de plagiar. Y con ella todo el amor que pudiera mostrar. Pero bueno, hay historias que acaban, y eso no es ni malo ni bueno, es un final, simplemente, un cambio, algo inevitable más tarde o más temprano. Éste blog, y sus entradas están llenos de ese amor, y es prueba del mismo, aunque esa historia haya llegado ya a su fin, y por lo tanto comprenderéis que no quiera seguir con él, no es por ninguna razón, ni positiva, ni negativa, simplemente es el final, y es hora de cerrar este capítulo. Todavía quedan entradas por publicar, entradas que son prueba de eso que digo, y ya no quiero crear más, éste blog tuvo un principio y es hora de darle un final.
Así que simplemente os informo, de que a partir de ahora yo me bajo del barco. Tardaré un poco en corregir y programar las entradas que quedan. Pero yo ya no estaré al otro lado dirigiendo y alimentando con mi ilusión y mi esperanza a este blog que no salió como esperaba. En fin, a Literatuia le queda un año de vida, veinticuatro entradas, a dos por mes, y a partir de ahora vivirá sola y sin supervisión, ni cuidado.
Ha sido un placer escribiros, recibir vuestras pequeñas muestras de apoyo, así que gracias, gracias por vuestra paciencia y por vuestro aguante, empezando por mi mediocridad como escritor y continuando por mi pesadez, que parece que contra más breve intento ser, más extenso acabo siendo. No me extrañaría que me tuvieséis ya aborrecido.
Sigo escribiendo en otros sitios, porque mi amor por la literatura no puede tener final, mientras quede alma o vida en mi cuerpo, al menos. Y si de verdad conseguí despertaros curiosidad por mi persona o más importante aún, por mi literatura, sabreís encontrarme a mí y conmigo a la susodicha allí donde la deje escrita.
En fin, muchas gracias por todo. A los lectores, a los que me han apoyado, a los colaboradores de éste blog, a quien me dió fuerzas e inspiración para crearlo y que es principal protagonista de gran parte de la literatura del mismo, a aquellos que fueron un obstáculo y por último y no menos importante al mismo blog, a la misma "Litaratuia" por ofrecerme la posibilidad de ser lo que he sido, de crear lo que he creado, y por perdonarme por haber sido tan mal padre-creador-escritor.
Cómo mínimo todos me han enseñado algo, todos me han hecho más o menos aportaciones... Y por todo ello, gracias. Y una disculpa a la última mencionada, Literatuia, por mis carencias en su cuidado y paternidad.

Un saludo, queridos lectores, allá donde acabemos, nos leeremos. Adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario