Se ve que las ganas de escribir, no han menguado. Las ideas afloran,
esta es la entrada número catorce y odio escribir este tipo de
cosas, no me gusta ni lo que estoy escribiendo, ni cómo lo estoy
haciendo, hoy no me gusta nada. Siento que estoy escribiendo una
especie de blog, de los que me asqueo, ese tipo de relatos donde un
gilipollas te cuenta en su blog su vida, donde te escribe una entrada
vacía y que se nota que escribe sólo por rellenar el blog, donde no
te cuenta nada que de verdad te interese, siento que estoy
escribiendo eso y de verdad que me estoy mosqueando. Más aún. De
verdad, querido lector que recorres estas líneas, no pierdas tu
tiempo, tengo mejores cosas escritas. Ve a verlas.
Supongo que todavía sigues aquí. Una de las pocas personas que debe
tener suficiente tiempo libre para poder invertirlo en algo tan poco
fructífero como esta lectura. En fin es tu decisión, no te crítico,
pero lo valoro. He llegado a casa, por cierto no te he contado que
hoy me han cruzado el camino dos gatos negros, el trece, los gatos,
hoy no es un buen día, desde luego.
El caso es que sigo escribiendo, no por la ira, no va a desaparecer
por mucho que tecleé. Sino porque me apetecía plasmar una idea a la
que llevo un rato dándole vueltas.
Una parte de mí, quiere ser libre, pero ¿Qué significa ser
libre...? Qué significa al menos para esa parte... Para esa parte
ser libre es no arrastrar nada que pueda ser una carga. Ser libre
significa estar sólo. No me contradigo, que ahora sienta una
aplastante soledad, no significa que la sufra, sólo que mi mente es
la de un jodido loco que no tiene el control sobre sus emociones ni
sobre sus estados de ánimo. Quizás esa parte, la depresiva y
oscura, sólo anhele ese tipo de libertad para que la soledad no sea
tan dolorosa, es decir, lo jodido de estar así, es que en teoría no
deberías sentirte sólo. Pero en cambio estando verdaderamente sólo,
tienes que sentirte así, así que supongo que es menos doloroso,
porqué al menos entiendes porqué te sientes así. Para ser
auténticamente libre, debería estar sólo, porqué realmente sería
libre si nada me condicionara. ¿a qué me refiero?
Deberías intuirlo ya, pero me refiero a que aunque no lo deseé, no
estoy tan mal, si yo quisiera morir, no podría. A ver esto se está
tornando muy extraño, aclaración. No deseo morir, ni suicidarme, ni
nada por el estilo, quede claro, pero si lo deseara, no podría. Hay
elementos que me condicionan a no hacerlo, a sobrevivir, seres
queridos y obligaciones. El camino a la libertad pasa por la soledad
porqué así quitaría uno de los elementos que me condicionan. Otro
sería las obligaciones, (me refiero a las obligaciones que me impone
mi mente, no a las cotidianas) que ahora, por importancia por lo
menos, se reducen básicamente a escribir, tengo mucho que deseo
escribir, porqué siento que debo hacerlo, que debo sacarlo de mi
cabeza, que debo transcribirlo, no porque nadie lo lea, sino porque
debo hacerlo, se reduce a escribir, da igual si alguien lo lee o
luego se quema, no sé supongo que quien disfrute escribiendo
entenderá lo que deseo decir.
Partiendo de que consiguiera ser libre, estuviera sólo, de verdad y
hubiera conseguido escribir todo lo que quiero... Bueno, sería
libre. Sería libre de vivir o de morir, la decisión sería mía, es
decir, no habría nada que me obligara sobrevivir, sino que sería
una decisión que habría que tomar sólo yo, y en la que no
dependería nada más que mi deseo. Eso sería ser libre, libre de
todo, hasta de la vida misma, sería deprimente, pero al menos
estaría sumido en una tristeza, cuyo origen entendería, que vendría
siendo por si alguien no lo ha pillado aún, la falta de motivos para
vivir. He ahí la cosa, porqué ahora que tengo sobrados motivos, ya
no sólo para vivir, sino para ser increíblemente feliz, tengo estos
lapsos tan jodidos... Por eso una parte de mí, esa parte tan hija de
puta, desea ser libre, para entenderse.
Ahora surge otra cuestión ¿de verdad quiero ser libre? No, en
general, salvo estos episodios, soy feliz, creo que lo soy. Tengo al
amor de mi vida a mi lado, tengo amigos leales, muy leales. Pocos, la
lisa se reduce a menudo, pero los que no fallan, no fallan. Pero
también tengo estos episodios, no los entiendo bien del todo, puedo
intuir su origen, su raíz... Pero... Yo que sé.
Estoy sintiendo cosas muy raras ahora mismo, que comprendo todavía
peor, la ira se está esfumando y ahora me empieza a embriagar una
profunda tristeza... Entiendo el desencadenante de estos estados,
entiendo que desata el torrente de brea... Pero no entiendo porqué
hay un torrente de brea tan escondido pero tan destructivo y
caudaloso. Entiendo también que hay alguna cosas que la alimentan,
pero sin embargo ese río negro no se seca, no desaparece. Mengua,
crece, se desata y vuelve a su caudal. Pero eso sigue ahí y no
entiendo el motivo, entiendo los desencadenantes y los atenuantes.
En fin, esto cada vez va a peor, y encima tonto de mí, intentar
hacérselo comprender a alguien me está poniendo peor, si es que
para que cojones lo intentaré, para darle razón a lo que sea que
hace manar eso, porque eso es lo único que estoy consiguiendo,
sentirme peor.
Querido lector que has conseguido aguantar todo este sermón... Te
diré que los tienes de piedra. Yo antes tenía un lugar donde
depositaba estos pensamientos, pero supongo que se me ha quedado
pequeño, que se han desbandado y ya no consigo encauzarlos a un
sitio donde permanezcan en el anonimato. Bueno, gracias por tu tiempo
y en serio, mis relatos, mis historias, son mejores, más
interesantes, mejor escritas, a no ser que quieras que te de un bajón
a ti también no deberías estar leyendo estas cosas. Pero aún así
gracias por tu interés.